Respirar hondo, pensar, distraer. ¿Hasta cuándo?

¿Hasta cuándo esconder nuestros sentimientos de malestar? ¿Y porqué no enfrentarlos?

Simplemente creemos que ocultándolos, van a desaparecer, van a dejar de existir o más difícil aún, se van a resolver. Que ingenuos.

Tenemos tanto miedo de caer, de tocar fondo. Tanto miedo a la soledad, al olvido y al rechazo.

¿Cuál es el punto? ¿Vivir sin dolor? El dolor nos hace sentir vivos ¿O no?

Aunque yo se que muchos de nosotros preferirían quebrarse una pierna a que les destrozen el corazón, creo poder decir que me incluyo.

El dolor emocional puede llegar a doler más que el físico.

Lo más impresionante es la transmisión, la conexión entre todo, absolutamente todo lo que nos conforma y rodea. Puedo hablar de esto, al menos creo poder. Lo vivo en carne propia, ¿¡ Qué mejor que dejar hablar a las experiencias !?

Hola, ¿Cómo estás?